lunes, 16 de noviembre de 2015

MANEJO DE EMOCIONES


Comúnmente definimos o clasificamos a las emociones como buenas, malas, positivas o negativas. Si hablamos de alegría, gozo, felicidad o amor, por lo regular las denominamos como buenas o positivas y si hablamos de enojo, tristeza o frustración, comúnmente las denominamos como negativas. Empero, la realidad es que sólo son emociones y todas ocurren dentro de una misma persona, podemos sentir alegría por compartir tiempo con nuestros amigos y después sentir tristeza por la pérdida de alguna persona, oportunidad u objeto de gran valor para nosotros.



Los duelos son situaciones que pueden llegar a ser traumáticas, ya que representan la perdida de alguien o algo que tiene un lugar importante para nosotros. Vernos sin la persona, el objeto o la circunstancia a la que damos gran valor, nos puede generar miedo, ansiedad y sensación de desamparo ¿no es natural sentir tristeza y llorar?, ¿por qué no hacerlo, por qué no aceptarlo? Un duelo no es más o menos importante según lo perdido, sino que siempre representara una pérdida importante.

La expresión adecuada de las emociones es el ejercicio que falta por aprender, porque no solo se trata de manifestarlas y ya, sino como lo hacemos y para que lo hacemos, aprender lo funcional y lo no funcional de las emociones es la clave para manejarlas saludablemente.


Saber manejar las emociones tiene que ver con la capacidad de reconocer lo que se siente, expresarlo adecuadamente (con la persona apropiada, en el momento adecuado), hablando solo de su experiencia sin culpar u ofender a nadie, y después asimilarla en términos de aprendizaje para obtener recursos que sirvan para solucionar problemáticas similares en el futuro. Aunque si logramos aprender la lección que nos da la experiencia vivida, tal vez no tengamos que volver a pasar por algo parecido.


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